Síntomas de que algo está mal con los frenos
Una de las causas por las que llegan a fallar los frenos es por la falta de líquido en el sistema, que puede ser consecuencia de una fuga o mal mantenimiento. Ante ello y para evitar un suceso fatal es conveniente que prestes atención a las señales de tu auto y acudas de manera inmediata al taller.
El auto frena menos que antes. Como se ha mencionado puede ser síntoma de falta de líquido de frenos, pero también que las pastillas estén desgastadas o que los discos estén deteriorados.
El freno está más duro, frena poco o hay que ejercer mucha fuerza sobre el pedal. Las temperaturas altas pueden provocar el efecto “fading” que es cuando se fatiga el sistema de frenado por la pérdida de fricción.
El coche pierde líquido y frena mal. Esto puede ser consecuencia de la bomba de frenado, que esté en malas condiciones o que esté fallando.
Al frenar, el auto se va de lado. Se deberá de comprobar la presión, el desgaste y la alineación de los neumáticos, así como las pastillas de frenado que podrían estar mal asentadas o no ajustadas. También se debe verificar que no haya fuga de líquido, que la amortiguación no esté demasiado blanda y que no se haya filtrado grasa entre la pastilla y el disco.
El pedal se ha vuelto blando. Puede haber dos causas de este síntoma, uno de ellos es que se ha introducido aire en el circuito de frenado o que el líquido de frenos ya se está acabando.
Lo ideal es hacer el mantenimiento del todo el carro conforme a las instrucciones de fabricante, cada semestre o cada 5 mil kilómetros recorridos si se usa mucho el auto o cada 10 mil km en un uso normal. Pero si cualquiera de estas señales se presenta antes, es conveniente acudir de manera inmediata al mecánico, pues podrías prevenir que te quedes sin frenos y por consiguiente existan consecuencias fatales.